ayer volví a llamar a la clínica de ra, después de haberles mandado un correo el día anterior y no haber tenido respuesta. en cuanto me cogió el teléfono la administrativa me reconoció y me dijo que había visto mi correo… pero no me contestó, no lo entiendo, o es que tienen el protocolo de no contestar los correos o es que es a mí sólo a quien no contestan. el caso es que me dijo que ya estaba el trámite para el dgp en asisa esperando autorización (después de que el genetista diera el visto bueno e hiciera el presupuesto por lo que tardó dos meses), resulta que el tema se está complicando y ha pasado a las oficinas centrales de madrid, a “jefazos” como me dijo ella ayer. algo que me podía haber dicho en un correo respondiendo al mío, pero no. todo me mosquea mucho porque me da la sensación de pasotismo, de dejación y de poca profesionalidad. incluso pienso que me están dando largas, en este caso al ser mutualista el tratamiento está totalmente cubierto, o sea, ellos no reciben un duro, es asisa quien lo tiene que pagar y ahí con la iglesia hemos topado… sí pagáramos nosotros el tratamiento seguro que la cosa iba más rápida, por lo menos eso pienso. entonces le dije que si nosotros podíamos hacer algo para hacer un poco de presión, que podíamos ir a las oficinas de asisa y hablar directamente con ellos, incluso a las de madrid donde está los “jefazos” y ver qué era lo que pasaba, la cosas es sencilla, o lo autorizan o no lo autorizan. el caso es que me dijo que iba a volver a llamar ella por la mañana a ver que le decían, le dije que vale, que entonces esperaría a ver lo que le decían. se me olvidó decirle que me dijera algo en cuanto lo supiera y cómo no me gusta ser pesada en vez de llamarla otra vez le mande un correo para decírselo. esperé toda la mañana a que me respondiera o a que me llamara pero nada. de verdad que me da la sensación de que pasan de nosotros, no sé a lo mejor soy una exagerada pero no sé si esto es así normalmente, ¿alguien está o ha estado en este caso, o conoce a alguien? me ayudaría mucho saber de casos parecidos porque no sé si es normal, estoy pensando incluso ir a muface y ver si allí me pueden ayudar pero no sé si eso sería viable.
Archivo de la etiqueta: aborto
cuatro (segunda parte)
después de saber que mi bebé no tenía latido y haber pasado la primera noche en estado de shock, estuve sola en casa toda la mañana. no podía para de pensar que lo que estaba en mi interior estaba muerto y que sin embargo estaba ahí, era una vorágine de sensaciones, estaba embarazada pero no lo estaba, sólo quería que todo terminara de una vez.
al día siguiente nos fuimos al hospital con la idea de que me quedaría ingresada. pasamos a la consulta y estaba el doctor que me vio la primera vez, me preguntó que tal, le dije que estaba nerviosa pero no le dije nada de mi cita con la ginecóloga. yo creo que todavía guardaba una mínima esperanza de qué la ginecóloga que me había dicho que no había latido se hubiera equivocado y cuando llegáramos allí nos dijeran que todo iba bien y nos fuéramos a casa, pero no fue así. junto con el doctor había una chica muy joven que estaría haciendo su mir o algo por el estilo, era muy amable y cercana. estuvieron mirando los dos el monitor un tiempo, yo no veía nada, fue ella la que poniéndome la mano en la rodilla me dijo que lo sentía mucho pero que no había latido. era definitivo, ahora si que no había duda. me dijeron que había que hacer legrado y que podía ser al día siguiente, habría que esperar otro día más…
el doctor estuvo preparando los papeles del ingreso y cuando me explicó todo no pude más y me eché a llorar, le pregunté por qué, por qué abortaba una y otra vez, que yo hacía todo lo que me decían, que me ponía heparina, que estaba en reposo, que me ponía la progesterona y aun así nada. me dijo que a veces hay abortos recurrentes y no se sabe por qué pasan, que no hay explicación, que una vez hecho el legrado examinarían los restos y que a lo mejor podían ver qué es lo que había pasado pero que no podía asegurarme nada. los resultados tardarían alrededor de un mes y medio, era principios de diciembre así que estarían para finales de enero. tendríamos que llamar para pedir cita y recoger los resultados entonces. les di las gracias como pude y seguí llorando fuera de la consulta, la enfermera no paraba de consolarme, me dio una tarjeta del centro con el número para hablar directamente con ella y pedir la siguiente cita, me dijo que no desesperara que al final llegaría. me dejaron en una sala contigua para que me tranquilizara y no me viera llorar la gente que estaba esperando. estuvimos un rato hasta que me encontré mejor y dejé de llorar. al salir nos fuimos a tomar algo, era ya media mañana. a ratos estaba tranquila, a ratos me ponía a llorar. una amiga mía había venido por trabajo a granada y me había dicho hacía unos días que quedáramos para comer, yo no tenía ánimo ninguno de ver a nadie así que le conté lo que me había pasado y le dije que lo sentía mucho pero que no iba a quedar con ella. lo entendió perfectamente.
me harían el legrado el día siguiente por la mañana, el cinco de diciembre, el cumpleaños de él. mientras que estábamos tomando algo se puso a llorar, le he visto llorar muy pocas veces, y cuando lo hace me muero de tristeza. en ese momento le dije que por favor no llorara que él tenía que ser fuerte por los dos y que si lo veía así yo me hundiría más. nos calmamos un poco y decidimos que iríamos a comer fuera para celebrar su cumpleaños aunque fuera un día antes. no había muchas ganas pero sabiendo que el día siguiente lo íbamos a pasar en el hospital era lo único que podíamos hacer para animarnos. él y yo, sólo los dos.
el día del legrado tuvimos que ir al hospital muy pronto. fuimos a admisión a entregar los papeles de ingreso y subimos a la planta de maternidad. no sabíamos a lo que íbamos y en que consistía un legrado. entramos en la habitación y la primera sensación fue horrible, era una habitación oscura, en la que hacía mucho frío. subimos la ventana y no entraba nada de luz, daba a un patio y justo en frente y muy pegado a la ventana se veía otro edificio, decidimos que era mejor tener la persiana bajada así por lo menos entraba menos frío. me tuve que quitar la ropa y ponerme una bata sin nada debajo. yo, con mi ignorancia, estaba tranquila y lo único que quería es que todo pasara lo más rápido posible. vino otra enfermera y me puso una vía. me salió mucha sangre pero me puso la vía en una lado de la muñeca que es mejor para poder mover el brazo con facilidad. al rato vino una doctora a verme, me dijo que me iba a poner dos pastillas en la vagina para dilatar y que me llevarían a quirófano a primera hora de la tarde, si me dolía les podía avisar para que me pusieran analgésicos, no podía hacer pis ni beber nada en un par de horas (hasta la una de la tarde) y que después si empezaba a manchar tendría que hacer pipí en una cuña por si echaba algún resto que tuvieran que analizar. tuvimos que mover la cama para separarla de la ventana porque en la habitación seguía haciendo mucho frío, la calefacción no funcionaba y las enfermeras me trajeron varias mantas porque no entraba en calor, llamaron a alguien de mantenimiento y vino a ver porque no salía aire caliente, intentó arreglarlo pero yo creo que no lo llegó a arreglar porque yo seguía teniendo frío todo el rato. pasaron las dos horas, durante ese tiempo él se fue a desayunar y cuando volvió sería alrededor de la una de la tarde. fui al baño y cuando me limpié vi que había sangre. a la media hora me empezó a doler y llamé a una enfermera, era un dolor soportable, creo que me pusieron paracetamol. poco a poco el dolor fue a peor. a las tres de la tarde los dolores eran insoportables, yo me retorcía en la cama de dolor y no decía nada más que me pusieran algo para quitármelo, creo que me pusieron algo más fuerte pero a mi no me hacía ningún efecto, les pregunte varías veces si me iban a llevar a quirófano ya y me dijeron que hasta primera hora de la tarde no me llevarían, no entendía por qué, si me estaban viendo que me retorcía de dolor, quería que me lo quitaran ya de una vez. no paraba de preguntar la hora cada cinco minutos y a mí me parecían horas, creo que estuve como dos horas desde las tres hasta las cinco con unos dolores muy fuertes, poco a poco comprendí que eran contracciones, era igual que un parto. él a mi lado todo el raro cogiéndome la mano y haciendo lo posible para que me encontrara mejor, pero era imposible. yo le decía que por favor les dijera que me pusieran algo para el dolor, que lo que me habían puesto no me hacía nada, vinieron varias enfermeras, una de ellas estuvo un buen rato conmigo, me dijo que tenía que respirar profundo y soltar el aire muy despacio, a partir de ese momento sólo oía como él me ayudaba a llevar la respiración, yo lo intentaba pero cuando llegaba el dolor era imposible, me retorcía, doblaba las piernas, me tapaba, me destapaba, lloraba, no sabía qué hacer, cómo ponerme, el dolor no cesaba, cada vez que venía alguna enfermera a verme le preguntaba por qué no me llevaban a quirófano ya, que no podía más… vino otra vez una doctora, yo seguía manchando pero no había vuelto a ir al baño, miró el empapador y cuanto había dilatado, me dijo que todavía tenía que esperar un poco más y yo ya no sabía que hacer… al final conseguí calmarme un poco, no sé si por agotamiento o porque me hicieron efecto los analgésicos, estaba medio dormida cuando aparecieron por la puerta mis suegros, no pude decir nada, sólo lloraba y deseaba que se acabara todo de una vez… a las seis de la tarde me bajaron al quirófano, el dolor había pasado pero tenía muchas ganas de hacer pis, antes de llegar a la sala se lo dije a una enfermera, me preguntó si quería me ponía una cuña y yo le dije que prefería ir al baño, tuve que usar el baño de ellos porque allí no había, me preocupé un poco porque al hacer pis eché mucha sangre, se lo dije a la enfermera y me dijo que no me preocupara que con el legrado sacarían más para analizar. vi entrar a un grupo de personas, y ahí estaba el doctor que me iba a operar, era mi doctor de reproducción asistida el mismo que me había visto el día anterior, me alegré mucho de que fuera él. me subí yo misma a la mesa de operación, la enfermera que me había llevado al servicio me preguntó de dónde era y a qué me dedicaba, le contesté y enseguida me pusieron una mascarilla, empecé a quedarme dormida, lo último que sentí fue que me echaron agua caliente imagino que para limpiarme y ya no me acuerdo de nada más.
cuando me desperté estaba todavía en la sala de operaciones, me preguntaron que qué tal estaba y de verdad que me encontraba muy bien, estaba relajada y sin ningún dolor, me llevaron a una sala para recuperarme. al rato vino el doctor y me pregunto qué que tal estaba, le dije que bien y que me había alegrado mucho verlo. me explicó que analizarían los restos a ver si podían encontrar algo pero que no me aseguraba nada. le di las gracias y me quedé un rato más allí. estaba muy tranquila pero ya quería irme de allí, si hubiera sido por mí, me hubiera ido a casa en ese momento. me subieron a la habitación y allí estaba él con sus padres. cuando llegué les dije que estaba bien y estuve hablando con ellos un rato. ahora sólo quedaba pasar la noche y ya se habría acabado todo. tenía mucha hambre, no había comido nada en todo el día, pregunté a las enfermeras si podía cenar algo y me dijeron que en principio sí, que me traerían un bocadillo. cuando salí del quirófano él y mis suegros se habían ido a la cafetería, así que él pudo comer algo. al rato de irse mis suegros me trajeron un bocadillo enorme que devoré, nos habían comprado una tarjeta para ver la televisión pero estábamos tan cansados que enseguida nos dormimos, por lo menos yo, él tenía que dormir en un sillón que no tenía ninguna pinta de cómodo, el pobre no descansó nada. en la habitación seguía haciendo frío, había mucho ruido y las enfermeras entraron un par de veces a la habitación. cuando nos despertamos sólo quería que vinieran pronto para decirnos que nos podíamos ir, le dije que si quería ir a desayunar fuera, se fue y cuando vino me trajo chocolate con churros que me supieron a gloria. al rato vino el doctor que me había operado a preguntarme que qué tal estaba, me sorprendió mucho, le dije que estaba bien y él me volvió a repetir lo de los análisis, le di las gracias. y poco tiempo después vino una enfermera que me quitó la vía y me dijo que podía ir a ducharme y que luego me vería la doctora para darme el alta y poder irme a casa. me fui a duchar a la zona de duchas que estaban fuera de la habitación y cuando volví a la habitación me llamaron para que fuera a ver a la doctora, unas explicaciones, unos papeles que firmar y se acabó. volví a la habitación, me vestí y por fin pudimos irnos de ese horrible lugar. cuando salimos nos dimos cuenta de que las habitaciones del otro lado daban a la calle y que tenían un sol impresionante, pensamos que habíamos tenido mala suerte con la habitación y que en general todo había sido una experiencia horrible, para olvidar. había tenido un parto, un parto que había acabado sin bebé.
a la salida hacía frío pero el sol brillaba, decidimos volver a casa dando un paseo.
muchos detalles están perfectamente grabados en mi cabeza, otros los voy olvidando y poco a poco iré olvidando cada vez más. escribirlo ahora supone un esfuerzo por recordar y creo que aunque me remueva por dentro y en realidad quiera olvidarlo todo, esta experiencia que me ha tocado vivir, que nos ha tocado vivir, es una más de nuestras vidas. escribirlo ahora supone afrontar una etapa más en el duelo, la de superarlo y poder mirar en la distancia lo que he/hemos vivido sin rencor y con valentía. no sé si me tocará vivir una experiencia parecida alguna vez, espero que si tengo que hacerlo sepa afrontarlo mejor y ojalá que la próxima sea con una recompensa final, poder abrazar a mi bebé.
p.d. recogí los resultados del legrado a finales de enero, resultado: ninguno. el doctor no se acordaba de mi 😦 y la seguridad social no cubre el dgp. vuelta a empezar.
p.d. quería dar las gracias a lola por el detalle de haberme prestado un libro que estoy leyendo y que seguro me va a ayudar a llevar mejor este duelo.
y también por su regalo sorpresa.
“fue tan largo el duelo que al final casi lo confundo con mi hogar” Vetusta Morla – Cuarteles de Invierno
cosas que ayudan y cosas que no ayudan
estoy harta de aguantar, estoy harta de tanta incomprensión, estoy harta de no poder gritarle al mundo que estoy harta, estoy harta de estar enfadada conmigo y con los demás, estoy harta de no tener fuerzas, estoy harta de tener miedo, estoy harta de estar cansada, estoy harta de sufrir, estoy harta de estar harta…
como yo hay muchas, muchas que luchan en silencio porque se sienten solas o porque no están solas pero no se sienten comprendidas, hoy voy a escribir de esas cosas que como a mí, creo que a todas las infértiles nos ayudan y no nos ayudan, si tu pareja, amiga, hija, prima es infértil aquí una pequeña ayuda para comprender mejor todo lo que pasa por su cabeza. sabemos que muchas veces, la mayoría de los comentarios, preguntas y actitudes son como buena intención y parten sobre todo del desconocimiento y por respeto o simplemente por agotamiento nos callamos y no contestamos o decimos lo que realmente pensamos.
cosas que NO me ayudan
no ayuda que me digan que me relaje. la infertilidad, cito textualmente la definición de la OMS, “es una enfermedad que imposibilita concebir un hijo naturalmente o de llevar un embarazo a término después de 12 meses de vida sexual activa”, se trata como cualquier otra enfermedad, como la diabetes o el cáncer, así que no me digas que si me relajo todo se va a arreglar porque al igual que otras enfermedades, ésta no se cura si uno se relaja.
no ayuda que me digas que es mejor que haya sido ahora y que más adelante habría sido peor o que todo pasa por una razón. mira, lo mejor hubiera sido que mi hijo hubiera nacido, por muy pequeño que fuera era mi hijo o por muy poco tiempo que lo tuviera, era una vida y estaba dentro de mí, era una parte de mí por lo tanto no es mejor así, que su corazón haya dejado de latir es una mierda, lo mires como lo mires. igual que si alguien tiene un accidente y pierde una pierna o pierde a un ser querido, tú nunca le dirías que todo pasa por una razón.
no ayuda que me preguntes si ya he superado mi aborto o mis problemas de infertilidad. no, no lo he superado y posiblemente nunca llegue a superarlo, igual que uno no supera nunca la muerte de un familiar o amigo, se puede vivir con ello, llevarlo bien pero no superarlo, el dolor siempre va a estar, el sufrimiento que uno ha tenido deja una cicatriz que aunque no se vea de vez en cuando se manifestará, a veces te picará o te dolerá y te hará recordar esa pérdida o esos malos momentos.
no me digas que no me quedo embarazada porque estoy obsesionada, que pasará cuando menos me lo espere. creo que tengo todo el derecho del mucho a estar obsesionada, sobre todo cuando todo lo que hay a mi alrededor me recuerda continuamente que eso que otros tienen sin querer y/o sin esfuerzo, YO por alguna razón NO lo puedo tener. estoy obsesionada y no lo puedo evitar, es casi como cuando uno necesita comer cuando tiene hambre, seguro que si en ese momento no puedes comer te empiezas a obsesionar por la comida. ser madre/padre es una necesidad vital, somos animales hechos para nacer, crecer, reproducirse y morir, y no, no podemos luchar contra nuestra naturaleza. no sé finalmente seré madre o no pero seguramente no pasará cuando menos me lo espere, si llega lo estaré esperando con los brazos abiertos.
no me ayuda que me digas lo fértiles que son todas las personas a tu alrededor, lo rápido que se embaraza tu prima o que tu vecina se quedó embarazada en el viaje de novios sin ni siquiera estar buscando. gracias por la información pero eso no me ayuda, no me interesa saber lo fácilmente que se quedan embarazadas algunas, me hace pensar el por qué, por qué ellas sí y yo no. por qué no se paran y piensan que cada persona es un mundo y que cada uno es diferente a otro, las comparaciones son horribles, por favor, no lo hagas. no lo hagas porque provoca que yo infértil me sienta como si estuviera en una cadena de montaje y fuera descartada porque tengo un defecto, siento que no encajo, me siento aislada, arrojada en un cubo de desperdicios.
no ayuda que me digas que si no tengo hijos tendré libertad y que tengo a mis sobrin@s, hij@s de amigas, prim@s, etc… a los que dar amor. perdona yo no quiero libertad, quiero un hij@, ¿es tan difícil de entender? seguro que nadie cambiaría ninguno de sus hij@s por tener más libertad, un trabajo mejor, un coche más grande o una casa en la playa. seguro que una persona que esté despotricando continuamente de la maternidad/paternidad si se le preguntara si volvería a tener hij@s te diría que sí.
no me ayuda que estés continuamente quejándote de tu/s hij@/s, de lo mal que estás o de lo duro y difícil que es ser madre/padre, que ir a comprar cosas de bebés o para tus hij@s es un rollo, que todo sea carísimo, que estás agotad@ porque tu hij@ no te deja dormir, que tú cuerpo no es el mismo que antes de estar embarazada… y mientras se te cae la baba enseñándome la última foto donde tu niñ@ está haciendo una monería o trastada.
cosas que SI me ayudan
me ayuda que sepas que un tratamiento contra la infertilidad es igual de duro que cualquier otro tratamiento, así que entiende mis cambios de humor, mi cansancio y que no tenga ganas de ver a nadie ni de salir a la calle. por favor ofrece todo el cariño, la compresión y la ayuda que esté en tus manos para hacer que durante mi tratamiento de fertilidad mi vida sea un poco más fácil.
me ayuda que me preguntes y me hables libremente y sin censuras de mi problema, siempre que estés dispuest@ a escucharme y comprenderme y que no intentes hacer esta situación más difícil de lo que es. no intentes evitar el tema o hablar de temas superficiales, si no te interesa es porque yo no te intereso.
me ayuda (sobre todo familiares y amig@s más cercan@s) que te documentes y te informes acerca de la infertilidad y sus tratamientos, porque así me puedes entender mejor, porque así no me estás preguntando una y otra vez las mismas cosas, porque así siento que tienes interés y te molestas en conocer mi problema y como me siento.
me ayuda que me escuches, que no me juzgues, que no me digas lo que tengo o no tengo que hacer, que dejes que me desahogue cuando estoy en un momento de bajón, que simplemente me abraces o me consueles, que me des ánimos para seguir luchando, que me digas que ahí estás para ayudar, que me hagas sentir bien o simplemente que me hagas sonreír.
me ayuda que entiendas que cuando me das la noticia de que fulanita o menganita se ha quedado embarazada no me alegre, me sienta triste e incluso llore, entiéndeme, no soy mala por eso, simplemente tienes que saber es muy duro, frustrante y doloroso sentir que soy la única que no se queda embarazada.
me ayuda sentir que estás conmigo en este camino, que estás dispuest@ a luchar conmigo y darme ánimos cuando las fuerzas flaqueen. que me digas que junt@s los conseguiremos, que hay que hacer todo lo posible y que sea lo que sea siempre estarás ahí apoyándome y queriéndome.
un beso a todas, amigas que estáis en este camino, qué se haga lo más corto y llevadero posible!
una historia
hoy me levanto con una tremenda necesidad de escribir mi historia reciente. insignificante, incompresible y a veces inaccesible. tengo la necesidad de analizarme, de escucharme y de leerme. hoy me levanto como muchos días en silencio. me siento delante del ordenador con mi café y empiezo el día leyendo cosas sobre lo que me está pasando. busco en internet información, respuestas, casos parecidos. no soy la única. leo. lloro. tengo necesidad de expresarme porque he dejado atrás cuatro vidas y cuatro ilusiones. cuatro futuros en un año y medio. es una historia más entre tantas parecidas. no tengo necesidad de que nadie me lea, sólo quien quiera y a quien le ayude, como a mí en muchas ocasiones lo hace. no porque sea una historia con final feliz, no tiene final, simplemente una historia que sirva para empatizar, para ayudar a llevar un duelo, para dejar que salga el dolor, para llorar y desahogarse. él me despierta todas las mañana con un beso antes de irse. no se imagina que felicidad es para mí ese instante. soy feliz y al mismo tiempo tengo una tremenda pena. una necesidad no cubierta, no sé si básica, instintiva, pero es una necesidad muy fuerte, a veces pienso que egoísta y también social, no hay armas para vencerla, no hay drogas, no hay medicinas, es mi alter-ego: yo madre. hace años me preguntaba cómo sería ser madre, cómo serían mis hijos, cómo sería vivir un embarazo pero nunca me preguntaba cómo sería no poder ser madre. muchas fases en muy poco tiempo: búsqueda, emoción, alegría, esperanza, duelo, pena, culpabilidad, desesperanza e incertidumbre. es una historia del cincuenta por ciento porque él es la otra parte. hoy empiezo a contarla.